jueves, 20 de junio de 2013

The White Queen among others

Parece que The White Queen, de la BBC, va a cubrir por ahora
el hueco que nos han dejado tantas series históricas. Menos mal. Que todavía el corte a lo cera de depilar de Los Borgia me tiene un poco así así.

The White Queen es un drama histórico basado en el libro de La Reina Blanca de Philippa Gregory. Yo me lo leí hace un millón de años, pero ha sido comenzar, y decirme: "Uy, si esta historia a mí me suena". Ja,ja. Los libros de esta autora me suelen gustar bastante, y los directores de la serie son fondo de armario británico de calidad, así que espero pasar un buen verano con la serie.

Eso sí, manda narices que aquí también el prota en la sombra sea James Frain, el Cromwell de Los Tudor. Estaba con la armadura y "uy, y esta voz". Inconfundible. No me acuerdo mucho del libro ahora, tengo memoria de pez, pero a este no se le mete en el casting si no va a ser malo malísimo pero refinado disimulado. Ya verás.

Bueno, y por lo visto se está rodando en Bélgica, que tengo unas ganas horrorosas de ver ambientaciones medievales de verdad, con ese cuidado como el idioma: BBC. A ver que nos enseñan...


Y esta semana he estado enganchadísima a la serie A place to call home. ¡Por fin una serie australiana que me gusta! Es un poco Downton Abbey, pero de los años 50. Aquí todo el mundo tiene algún secretillo, porque claro, que si la guerra, que si la época, que si en Australia todo el mundo viene de aquí y de acá. Bueno, menos los aborígenes, que aún no salen. Es una serie australiana que va sobre...europeos, se podría decir. Para pasar una buena tarde. Siempre se agradecen este tipo de historias bien rodadas...


Y por último os quiero hablar de Case Histories,por si no la estáis viendo ya. Una serie de...investigación, protagonizada por ¡el padre de Draco Malfoy! Ja, que me parto. Bueno, esto te pasa solo en los dos primeros capítulos, que no lo puedes evitar, pero la verdad es que es un actor como la copa de un pino y te crees el personaje. Pobre hombre.

La serie, bueno, la mini-serie, está muy bien, tiene ese tono ambiguo y oscuro de personaje atormentado pero bueno pero no tanto. Diferente.

Para mi gusto, lo mejor de todo la localización: Edimburgo. ¡Cómo me gusta esta ciudad! Celebré allí mi 30 cumpleaños, y me pareció fantástica, muy elegante. Una pena que la piedra que utilizan sea tan oscura, por el tiempo, digo. No luce los edificios. Yo pensaba "estos edificios con piedra de Salamanca, y estupendos, así, doraditos".

Además me pareció ciudad de verdad, grande. Que si voy esperando ciudad y me encuentro capital de provincias, me suelo quedar un poco plof. ¡Pero que va! Pues no voy a visitar la National Gallery (esto es un clásico que nunca falta en mis viajes, claro), y me encuentro ¡La vieja friendo huevos de Velázquez! Pero querido Diego, cómo ha terminado tu obra tan lejos. Yo es que con estas cosas alucino, ahí, en Edimburgo, como un españolito más sirviendo mesas y entreteniendo escoceses. Qué cosas...

Bueno, que la susodicha tenía más sorpresas: La fiesta veneciana de Watteau, un autorretrato de Rembrandt...pero también un Goya, un Zurbarán, un Greco...que buen gusto, sí señor. ¿Veis como es una ciudad elegante?



Y lo bien que han sabido aprovechar ese pasado tan tenebroso haciendo tours de brujas, por los cementerios...bueno, los cementerios que son estupendos. Me fui haciendo tour buscando mis tumbas favoritas. (algunas fotos aquí). Y siempre te encontrabas con el típico vagabundo que vivía allí, pero vamos, la mar de educado, ¿eh? te daba los buenos días como el que recibe en su casa. Impresionante.

Sí señor. Y es que lo que más me gustó fue la gente. Qué amables. Tienen esa informalidad cariñosa pero respetuosa. Olé! Buen gusto, gente simpática y cuna de Harry Potter. ¿Qué más se puede pedir?. Eso sí, la Capilla de Rosslyn un poco pichí pichá...pero esa...ya será otra historia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario