jueves, 5 de febrero de 2015

The Librarians

Este febrero he descubierto algunas series nueva. Un poco tardío con algunas. Pero me perdono. Al fin y al cabo tampoco me tenían muy buena pinta a priori. Ups, perdón. Porque me han gustado; se pasa una tarde agradable. No te remueven y conmocionan como si que hace la magistral Call de midwife, pero tampoco es que podamos estar constantemente con series tan intensas, ¿no? (¡Que luego me sube la tensión!)

La primera es The Librarians, una mezcla entre: Buffy por su sede central (con una biblioteca también circular y el señor mayor de referencia que todo lo sabe), la Cazatesoros por los momentos de acción, el Warehouse 13 por sus artefactos mágicos (que entrarán en contradicción porque muchos ya están guardados en este almacén, ¿no?) y Harry Potter.

Empecemos como Harry Potter lo hace: a una agente de la OTAN de armas tomar (con un peso y tamaño ajustado a su profesión, claro, por fin vamos entendiendo esto) le llega una carta mágica: en ella se la invita a acudir a la Biblioteca porque ha sido elegida para ser la Guardiana del "bibliotecario" (es que en castellano la palabra no queda tan misteriosa, debe ser porque lo vemos como una profesión normal y los libros como algo habitual, pero bueno).

Cuidadín, que la que manda la carta es la propia Biblioteca. Y ahí descubre, al pasar una puerta misteriosa, que la magia es real y que objetos como Excálibur son reales. ¿Os suena, no? ¿Por qué no usar un inicio que funciona?. Si en ese momento estás pensando: que me llegue la carta, que me llegue la carta.

Por cierto, hago un llamamiento a Howards: el sábado es mi cumpleaños. ¿Qué edad hay que tener ahora para que te seleccionen? Que ya va siendo hora, todos los años esperándola y nada. Bah, habrá sido un despiste.

Por donde íbamos. A partir de ahí, aunque hay que ser buenos con los temas de las leyendas y la magia porque, como diríamos comúnmente, se flipan un poco, la serie adquiere matices modernos que la hacen más fácilmente digerible. Por ejemplo, ya no es un super hombre como Indiana Jones, o una super mujer como La Cazatesoros: es un equipo de jóvenes (por primera vez también en la historia de "The Librarians") de muy distinta procedencia.

Y es que el siglo XXI no se entiende de otra forma. Primero: trabajo en equipo, la única manera de que se logren grandes cosas. Lo del super-individuo ya no va con nosotros. Y segundo: diversidad. De razas, de culturas, de procedencia, de habilidades...ya no hay un único cerebrín. Tanto vale la "universidad de la calle" como el arte, las matemáticas o la capacidad de liderazgo. Contradiciendo al refranero popular (claramente racista, debo añadir) ya es ni todos moros ni todos cristianos.

Así que con estas premisas queda articulada la serie, y debo añadir que funciona bastante bien. Es divertida, da pinceladas de historia aunque a veces sea un poco fantasiosa. Y sobre todo, queda justificado que coleccionen objetos porque es para conservar la magia en un entorno seguro (ya sabéis que siempre hay quien la quiere utilizar para sus propios fines...ja,je,ji,jo,ju risa malvada). Porque eso de que la cazatesoros se apropiara del patrimonio cultural así como así...no.

La serie, en realidad, es un spin-off de tres películas para televisión de 2004, 2006 y 2008, en las que se contaba las aventuras de The Librarian (en singular). Y para los que estén esperando si hay una segunda temporada o no, todavía está pendiente de renovación. Así que, por ahora, hay esta temporada de 10 capítulos que terminó en enero.

He de reconocer me han tocado un poquito la fibra al hacer que el superdotado sea el que ha estudiado y reconozca el arte como uno de los conocimientos mas importantes (además de hermosos). Y es que hay vida más allá del informático-científico-ingeniero "listo". Como decía un profesor que tuve en la carrera, recientemente fallecido, el mundo se explica con dos disciplinas: el arte y las matemáticas. Las dos con la misma importancia. Y con esta reflexión, y mi homenaje a Ángel González, termino. Te echaremos de menos, profesor.