sábado, 29 de junio de 2013

El desconcierto de la viscoelástica...y la certeza de los documentales

Llevo unos días viviendo en el mayor de los desconciertos, ¿por qué?: Por el colchón de viscoelástica. A ver, decidme si no os pasa también: cada vez que me tumbo, y se empieza a hundir, noto como se marca la silueta y me imagino una marca de tiza, como en las películas. Es más, seguro que si mueres sobre viscoelástica se puede criogenizar (o algo así) el colchón y se queda para siempre como molde de tu cuerpo, una Sábana Santa versión moderna. Es para desconcertarse o qué...es irme a dormir y me autotransporto a una película en blanco y negro. 

Duermo sin dormir en mi...

Aunque ahí no queda todo. De panza arriba me giro para ponerme de lado...y de repente estoy en un documental de animales. En concreto de canguros. Sí canguros. Los más listos del mundo mundial a la hora de irse a dormir.

Los canguros, que son de parto feliz como la mayoría de las españolas ("de parto feliz", que trauma de frase cuando la oyes por primera vez, casi tan mala como la de "que la veamos de novia" de la Comunión: ¡a ver, pervertido, que tengo nueve años!), a la hora de irse a dormir hacen un agujero en el suelo para las caderas. Que cuando lo vi la primera vez pensé...¡pero qué listas estas canguras!. Bueno, se tiran eternamente preñadas, que esto a mí ya no me parece tan chulo, pero bueno, más de una humana también lo querría para ella.

Pues es tumbarme de lado, y ahí estoy, viviendo entre canguros. Con la cadera hundida en la arena. Y claro, me duermo pensando en documentales de animales, género del que soy una auténtica fan...Así que...por un céntimo de euro, documentales que os hayan gustado muchísimo:




Empiezo yo con Life, de la BBC, diez capítulos que me parecen la mejor serie documental que existe. Tiene unas imágenes impresionantes, y una tensión...vamos, un drama como cualquier otro de la cadena. Una maravilla. Que los documentales no son solo para echarse la siesta, ¿eh? Tenéis que verlos sin falta.





Mucho más reciente es The Secret Life of the Cat, el único Reality de los últimos años que interesa. Sus protagonistas, los gatos, claro, son mucho más listos que cualquier tronista y demás especímenes.

Es interesante, aunque no es tan bueno como esperaba, apenas cuenta algo nuevo. Claro, que yo tengo gato y lo estudio igual que cualquier otra cosa o ser de mi entorno. Soy una veedora, no lo puedo evitar.




Aunque es un poco más antiguo, y se nota, me pareció mucho más interesante otro documental de gatos que se llama La Guía Máxima: gatos domésticos. Aviso, después de ver estos documentales te puede entrar el síndrome de "pon un gato en tu vida". (¡Pues ponlo!)




Y para terminar os recomiendo El viaje del Emperador, ¡pero qué bonito!. Es tan tierno y tiene una historia tan de película, que sufres un poco hasta el final con los giros de la trama. Esto si que es una paternidad bonita, es que me he hecho fan. Quien iba a pensar que un pingüino daba para tanto. Bueno, algo te veías venir porque son unas criaturas apasionantes, hasta el nombre es bonito: PINGÜINO.

Y por supuesto: Océanos. Un documental también fantástico. Vamos, no me creo que alguien se quede dormido viendo estos documentales.

Y como, hablando de animales, tengo memoria de pez, espero vuestras recomendaciones, ¡porque no recuerdo más!.

Decidme qué documentales de esta temática recordáis como imprescindibles, y entre todos nos formaremos una biblioteca  de esenciales para estas tardes tan calurosas. ¡Venga, a un céntimo de euro o a un abrazo virtual!

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