sábado, 3 de agosto de 2013

¿Qué ver a 40 grados (a la sombra)?

Uf, no sé vosotros, pero yo con 40 grados no puedo ni hablar, ni pensar, ni escribir...bueno, pensar sí, pero si se queda el conocimiento varado para qué sirve, digo yo. Nada, nada, que no tiene mucho sentido.

Pero es que: ¿cómo sobrevivir a 40º C?, y sobre todo (y más importante), ¿qué ver con tantísimo calor?

Desde luego, tertulias políticas y demás cazoleteos ni hablar; bastante tenemos con intentar dormir con 26ºC para que me pongan la cabeza como un bombo. Porque es que nuestro nivel de aguante baja con tanta calorina. Eso, y que estamos viviendo lo inadmisible, vaya tela.

Fijaos si afecta el calor que estoy viendo Sea Patrol, serie australiana
sobre un patrullero de la Armada. Ahí es nada.

Vamos, agua, agua y más agua fresquita. No doy más de sí. Vale que el hecho de que aparezcan una y otra vez marineros buenorros sin camiseta ayuda a mantener un interés que no tiene. Pero vamos, ya os digo que se montan una serie de soldados espectaculares luchando en el desierto y no hay quien la vea...

Anda, si de hecho lo he intentado. Ni Homeland, ni Generation Kill ni muchas otras...no he podido con ellas. Y mira que tienen buena crítica. Y en Generation Kill hasta sale Alexander SkarsgårdPero nada. Imposible

Creo que el carácter mesetil te impide ver nada sobre el desierto. No lo soportamos. Os imagináis a un innuit viendo series sobre el Polo Norte en vez de...no sé, una serie sobre Hawaii o algo así. Es una repulsa genética. Bastante tengo yo, criada en el valle del Tajo, como para ver series donde se deja de respirar por falta de humedad. A ver, ¡que en Madrid tenemos todos asma! Y cuando tenemos aire africano se forma una aire masticable compuesto por arena y contaminación. Umm, que rico, si se puede saborear y llevar cristalizado en las narices... No, no, demasiado sufrimiento.

Acostumbrada a encinas y alcornoques, quiero ver series con árboles gigantes, lugares fresquitos, a poder ser con muchos ríos. ¡Hasta nieve de vez en cuando! Ay, nieve, que gustito....

Menos mal que de vez en cuando te pasa que, aunque tengas que esperar media hora al autobús a 35 grados y con la sensación, bueno, la seguridad, de que te estás quemando los pies por debajo y por encima...te encuentras que el paisaje es este:



¡Ay! Mi fuente favorita de Madrid. Lo siento, lo siento, me gusta más que La Cibeles. De hecho La Cibeles me sobra, porque lo que quiero es bajar paseando desde la BNE hasta Atocha sin tener que meterme por callejas horrorosas...creo que el Ayuntamiento las llama aceras. Bueno. Pues en Unter den Linden no son así, eso ya os lo digo... (Ayuntamiento de Madrid, toma nota POR FAVOR).

Y esta semana también he descubierto una fuente muy curiosa, de carácter más popular que me ha gustado mucho. Otra manera (mejor) de adornar las rotondas:

Está a la entrada de Leganés, y ejem, sorry por la foto, la calidad es peor porque la hice desde el autobús. Que se le va a hacer, lo de bajarme en mitad del secarral no terminaba de apetecer...

La verdad es que me sorprendió y me pareció de lo más chula: cerámica de colores, dragones (un animal muy auspicioso en el Feng Shui) y además un papi-mami con su hijo. Perfecto. Tengo curiosidad por saber cuanto costó (por si alguien lo sabe), porque no creo que se haya ido de presupuesto como la cacharrería diversa que cuelgan en algunos ayuntamientos y que llaman escultura moderna por no llamarlo estoy-pagando-a-mi-colega-su-obra-a-precio-Giacometti. ¡Anda ya! Pare eso prefiero unas margaritas o mejor, un olivo o unas encinas que se mantienen solas. Vaya morro.

Para los que no sepáis de que personajes os hablo os dejo un video de Vaya semanita donde lo explican muy bien...


Bueno, pues a lo que iba, que aquí estamos, pasando calor. Y para evitarlo me voy a poner Mamma Mia!, umm, que fresquito: casas blancas y ventanas añiles...perfecto. ¿Y vosotros?

Y a sobrevivir día a día. Que les vamos a hacer si en  Madrid tenemos nueves meses de invierno...y tres de infierno.




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